A partir de todo lo anterior, de un largo proceso, es momento de intentar formalizar los modelos, empezar a darles un sentido más estructural.
Para ello hay que empezar estudiando a otros, y debemos elegir una sección de Lebeus Wood. La clave es intentar pensar como él, buscar ejes principales, secundarios, geometrías… A mi modo de ver, hay que encontrarle un sentido a una sección que a primera vista parece caótica, buscar proyección, sección, elementos, intentar diferenciarlos a través de códigos gráficos. Todo lo hacemos a través de papeles de croquis que nos sirven para investigar, superponer unos con otros y buscar relaciones.
Esto nos sirve para pensar en nuestras propias secciones. Como el objetivo del curso es investigar, me meto con diferentes materiales para conseguir nuevos modelos y trabajar secciones.
En un mismo mundo de curva en el que me movía, se me ocurre probar con escayola, visto que estaba dando buenos resultados a mis compañeros. Hago este experimento con globos, al más puro estilo María Mallo. Aparecen concavidades, huecos, cupulillas.
A partir del modelo empieza el estudio de las secciones.
A modo de paréntesis, seguí probando con materiales como la arcilla, sin muy buen resultado porque cede demasiado antes de secarse, de modo que se crean estructuras que se derriten, que caen.
Decidido el modelo de escayola, es el turno de las secciones. Para hacerlas elijo de referente algunos modelos de archigram por sus curvas, formas orgánicas.
Empiezo con un dibujo demasiado formalista desde mi punto de vista. Empieza como todo, fruto de la imaginación, de abrirse nuevos caminos, pero se va cerrando el dibujo a medida que le incluyo elementos.
Como siempre, empieza el dibujo a lápiz, y después hay que marcar sección y, como hace Lebeus, intentar diferenciar huecos, como una especie de estructura en las zonas interiores, a modo de estructura ósea. También darle curvatura con un técnica puntillista, aunque no tiene demasiado éxito.
El siguiente paso es volver a los orígenes, al lápiz, a soltarse, a no cerrar el dibujo, a probar con formas geométricas e ir decidiendo sobre el papel qué partes interesan y cuáles no. Todo parte de una geometría con círculos.
Sobre las figuras, ir superponiendo papeles de croquis para crear nuevos espacios. Cambiar de técnicas para destacar elementos como la sección y dejar zonas que intuyan espacios.
Volver al collage para ver qué pasa, cómo poder conseguir crear espacios, o simplemente hacer lo que nos apetezca para superponer sobre éste más papeles de croquis y seguir sacando cosas.
Aunque finalmente, y como he dejado caer antes, creo que después de un año entero, me quedo con el lápiz.
Con éste puedes buscar elementos, sacar ejes, geometrías, formas, contornos, ir seleccionando lo que te interesa y lo que no, dar intensidades para hacer que destaquen unas zonas y otras no. Sé que es un dibujo sin acabar, pero estoy seguro que he encontrado un camino a seguir, un proceso fiable que seguir para crear y para formarme como arquitecto. Todo a partir del mismo modelo, mucho trabajo, mucha búsqueda, mucha pelea, con ganas de seguir trabajando para encontrar nuevas cosas.